La teoría más secundada es que McLaren exigió a Fernando Alonso, para poder salir del equipo dos años antes de lo estipulado en el contrato original no hablar de la escudería, ni de lo que pasó, al menos de forma negativa y pública, bajo pena incluso de iniciar algún tipo de enfrentamiento. También se dijo que el acuerdo era entre ambas partes y ni el piloto ni la escudería podían sacar los trapos sucios el uno del otro de todo lo ocurrido bajo la misma amenaza de posible sanción.
Pacto entre caballeros
La realidad es que los principales protagonistas, Ron Dennis y Fernando Alonso pudieron hacer las paces de todo lo ocurrido, que el acuerdo fue más natural que forzado, que el pacto de no agresión se trata en realidad de un pacto entre caballeros, que todo quedó, más o menos, olvidado. Hay una máxima en la Fórmula 1: no acabes mal con nadie porque nunca sabes si te lo volverás a encontrar.Ambas partes quedaron satisfechas de las explicaciones que se dieron y acordaron no dar carnaza a nadie en los siguientes meses ya que la imagen tanto del equipo como del piloto quedaron dañadas con tantos dimes y diretes, críticas y contracríticas.
De hecho, las declaraciones públicas de Alonso desde entonces han sido para rebajar la tensión. Parece que no hubiera pasado nada, todo fueron exageraciones de la prensa en su relación con Hamilton. Por parte de McLaren, tampoco ha habido palabras malsonantes.